Justicia, Concordia y Libertad

La semana pasada se realizó el “Foro Buenos Aires 2” o “Foro por la Justicia, la Concordia y la Libertad”..

Y, coincidentemente el Arzobispo Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, monseñor Salvador Piñeiro, declaró que entre políticos debe primar la búsqueda del “camino a la justicia y concordia, porque es lo más urgente para el país (…) acostumbrado al enfrentamiento y no al entendimiento”.

Interesante la concurrencia: Justicia, Concordia y Paz.

Justicia es lo que corresponde dar a cada quien, porque se lo merece. Concordia es consentimiento para la unión, dejando el disenso, la separación, la confrontación. Y, la paz es lo contrario a la guerra, es la tranquilidad contra toda turbulencia.

También, durante la semana salió en libertad Peter Cárdenas Schulte, alto dirigente de la cruel banda marxista “MRTA” (Movimiento Revolucionario Túpac Amaru).

Cárdenas es prototipo del delincuente ideológicamente motivado. Proveniente de una familia acomodada en bienes materiales, adhirió mentalmente a las ideas de la Revolución, e hizo en el Perú actos de guerra revolucionaria. La guerra como continuación de sus actos político-marxistas.

Su enemigo, fue todo propietario peruano. Secuestró a muchos en Lima. Los trató con crueldad. Los maltrató en las llamadas “cárceles del pueblo”, que eran los agujeros hechos en el piso de las casas convertidas en cuarteles del MRTA. A algunos hizo que murieran de hambre. A otros no los liberó habiendo cobrado los cupos del rescate.

Cárdenas no honraba el cumplimiento de nada: Ni la ley que preserva la paz social, ni los acuerdos para rescatar a sus rehenes.

Ahora, ha fijado su residencia en la calle Los Olivos del distrito de San Isidro, de donde proviene.

Condenado inicialmente a cadena perpetua, le fue conmutada a sólo 25 años, durante el gobierno de Toledo, gracias a las nuevas leyes perpetradas por los ONGs derecho-humanistas-marxistas, favorables a los terroristas.

En contraste, a los militares y policías que enfrentaron a los terroristas, se les aplica penas de 35 años, sin ningún beneficio en su defensa.

Hay injusticias que claman al cielo.

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