REGALARNOS MÁS POLÍTICOS

          Nuestros Obispos católicos del Perú, suelen emitir mensajes interpretando el signo de los tiempos electorales del país. Desde que tengo uso de razón política, en esos mensajes la Iglesia ha sido insistente en orientar que el voto católico no se dirija hacia la ideología liberal, ni tampoco a los socialismos.

         Pero, hay una sustancial diferencia en el mensaje episcopal para las próximas elecciones del 10 de abril. Se formula un diagnóstico sobre las deficientes y débiles bases de nuestra sociedad política.

            Los Obispos advierten de la anomia social que padecemos. De la deficiencia por la que un inmenso número de peruanos no cumplen las normas sociales de convivencia (las reglas éticas, jurídicas, de urbanidad, de las costumbres, etc.). Esta normatividad cuando es de eficaz acatamiento, permite vivir en paz respetando los derechos de los demás. Pero, en contraste, constatamos a diario que hay violencia en los hogares peruanos, contra los niños; así como hay una minoría audaz que decide proyectos de vida y perpetran actos públicos impúdicos por su libérrima orientación sexual; y como en la práctica se da la manipulación del inicio de la vida humana, mediante la facilitación para abortar y la abominable creación de vida humana artificial.

          Sociedad en estado de descomposición, con grave pérdida de identidad. Que padece –afirman nuestros Obispos– una crisis de representación política, porque el sistema no satisface, no sirve. Es incapaz de prometer o garantizar la recuperación social para salir de la degradación moral.

         Los Obispos del Perú repiten una feliz expresión del Papa Francisco: “¡Ruego al Señor que nos regale más políticos a quienes les duela de verdad la sociedad, el pueblo, la vida de los pobres!” Frase que el mismo Francisco la complementa así: “¡Pido a Dios que crezca el número de políticos capaces de (…) sanar las raíces profundas y no la apariencia de los males de nuestro mundo! La política, tan denigrada, es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común. (…) la caridad « (…) es (…) también (…) las relaciones sociales, económicas y políticas».

           Debemos suscitar la refundación republicana en el Perú, para que la política redima y transforme.

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