Días atrás tuve el honor de ser invitado a participar de la delegación Argentina en las segundas jornadas hemisféricas del ”Foro de Buenos Aires” (llevadas a cabo del 14 al 17 de septiembre), las cuales fueron la continuación de lo que un año atrás se inauguró precisamente en Buenos Aires durante aquellas jornadas masivas que se dieron en el Hotel Mellá, en evento inspirado por la Asociación de Abogados por la Justicia y Concordia. Siete fueron los países que hoy ya integran formalmente esta entidad trasnacional (además de Argentina participaron Chile, Uruguay, Colombia, Guatemala, Perú y Venezuela) y los objetivos según fuera dicho en las tertulias consisten en “conformar una estructura física y jurídica que defienda y difunda en la región los valores de la República, el Estado de derecho y la defensa de la propiedad privada, así como también el sostenimiento de la vida desde la concepción, la familia conforme el orden natural, las libertades individuales y los valores perennes de la civilización occidental”.
En esta ocasión y desde Lima, los miembros del Foro de Buenos Aires agregaron que “no sólo actuamos promovidos por la reacción y preocupación ante el avance del neo-comunismo impulsador por el Foro de Sao Paulo y los países de la órbita castrista y bolivarianas, sino que fundamentalmente fundamos este Foro por nuestra propia acción y convicción en aras de la defensa de los principios tradicionales de la América Española”. Un tema recurrente en estas memorables jornadas en la capital del Perú lo constituyó la denuncia ante el atropello antijurídico que están padeciendo numerosos miembros de las Fuerzas Armadas en todo el hemisferio, al ser perseguidos por el simple hecho de haber combatido victoriosamente a la subversión castrista: “se inventan juicios ideologizados sin respetar ninguna garantía jurídica” se sentenció unánimemente.
De parte de la delegación argentina, además del que suscribe asistieron a las tertulias de Lima personalidades locales de reconocido prestigio académico como los juristas Alberto Solanet, Gerardo Palacios Hardy, Carlos Bosch y Rodolfo Milano, así como también el Coronel Horacio Guglielmone representando a los sectores castrenses.
Asimismo, entre las celebridades extranjeras que asistieron estuvo el escritor español-colombiano Ricardo Angoso (conocido mundialmente por su labor desde las páginas de la revista Cambio XVI), al ex VicePresidente del Perú Luis Giampetri, al académico Sergio Tapia (que obró de anfitrión) y el colombiano Miguel Fierro (este último encabezó las marchas multitudinarias contra las FARC en su país), entre muchos otros líderes regionales.
Indudablemente este Foro intenta organizar y expandir su zona de influencia en todo el continente y para tal fin se ha propuesto normalizar legalmente su estructura institucional y a la vez se ha programado una agenda cargada de actividades para todo el año venidero con mucha presencia tanto en los medios tradicionales como en internet y las redes sociales. Finalmente, se confirmó que el tercer encuentro previsto para el 2016 tendría lugar en Bogotá o Miami, según se decidiese oficialmente en las semanas próximas por sus autoridades constituidas.
Con este nuevo impulso tomado por el “El Foro de Buenos Aires”, una buena noticia se cierne en el continente y una renovada esperanza hemisférica se avizora, máxime en un contexto continental tan desdichado como el actual, el cual se haya signado por el populismo político y el progresismo cultural.
En efecto, mientras haya hombres probos que en aras de los mejores principios y valores decidan unirse para coordinar acciones de conjunto, la civilización occidental y cristiana siempre tendrá portavoces y defensores que breguen por ella.