Matías Bianchi director del Think Tank Asuntos del Sur, que está realizando una labor novedosa respecto a la aplicación de las nuevas tecnologías para el fortalecimiento de la democracia.
¿Cómo nace Asuntos del Sur?
Estábamos estudiando en el exterior y queríamos un espacio de diálogo sobre América Latina con una mirada latinoamericana, pensando que la gran parte de estos espacios siempre están mediados por el exterior y por otros entes, así que pensamos eso como un espacio de buscar y de empujar las fronteras de debate.
Nació en 2008, te diría que como un hobby, donde en un bloque principal que hacíamos en esa época invitábamos a algún referente, como Alicia Bárcena, secretaria Ejecutiva de la Cepal, o personas de ese calibre, a quienes les planteábamos nos hicieran una pregunta sobre un problema de desarrollo de la región, y entonces luego nosotros convocábamos a una diversidad de gente, no solo a expertos, a reaccionar a eso, armábamos ese conjunto y se daba el debate, bien divertido.
¿Qué políticas públicas apoya o impulsa específicamente ADS?
Hemos ido según épocas; los temas se han sumado a la agenda, quizás el más fuerte hoy en día es la política de drogas, hemos creado un observatorio sobre este tema, hacemos la única encuesta regional sobre drogas, políticas y consumo, esto probablemente es lo que lleva mas tiempo y consistencia. También hemos trabajado bastante en la agenda de matrimonio igualitario y los derechos de la comunidad Lgbti.
Ahora estamos trabajando fuerte en el tema de trata de personas, y el área en la que yo trabajo más, que es innovación política, sobre qué podemos proponer con las nuevas tecnologías disponibles y con los grupos sociales actuales, que podemos proponer de nuevo en política, esto mientras estoy convencido de que estamos en una transición hacia un modelo mas democrático, mas participativo.
Luego de su experiencia en Mucho Con Poco, ¿qué opina sobre que las personas se encasillen en grupos ideológicos?
Es una tendencia muy natural e histórica, y diría quizás que hasta positiva; uno construye en sus ámbitos de referencia, de confianza, lo que sucede es que son ámbitos que en nuestra región ya no democratizan; son ámbitos que controlan y nosotros consideramos que lo más rico que está pasando ahora mismo en la región es lo que sucede en los márgenes de la democracia; ahora hay formas de organización del poder más horizontales, colaborativas, abiertas y que trabajan en red en los grupos de jóvenes que luchan por diferentes causas. Por eso es que nosotros vamos adonde esos pocos que están logrando mucho para tratar de conocernos, aprender, compartir y, ojalá, apoyar para fortalecer.
¿Qué encontramos en su estudio Democracia en los márgenes de la democraciay cómo fue el proceso de su creación?
Este es un proceso inductivo, es en base al recorrido de “Mucho Con Poco”, de los primeros dos años en los que íbamos haciendo experiencia, talleres, conociendo gente. Ya hemos estado en 14 países de la región y de allí surgió la necesidad de poner en papel un poco las ideas de trasfondo, tratar de hacer un ejercicio intelectual de lo que estábamos mirando.
Allí explico como América Latina tiene una construcción muy específica de su modernidad, y la construcción del Estado-Nación, donde democracia convive con desigualdad y exclusión. Sin embargo también ver como hay toda una generación que ya se crió en democracia; la democracia no es algo negociable en nuestra generación, como tampoco las nuevas tecnologías. Entonces un poco de lo que discuto es de ponernos contentos respecto a estas posibilidades de una democracia mas inclusiva que tenemos ahora, confrontando en base a ideas.
¿Cómo ve los movimientos que hay en América Latina respecto a la corrupción y qué ha cambiado con la inclusión de la tecnología en ellos?
Tengo una opinión bastante positiva respecto a ello, aunque veo a mucha gente alarmada de que América Latina está cayendo en un abismo; pero la verdad es que soy muy positivo, ya que considero que cuando vemos estas manifestaciones en Chile, Argentina, en Brasil, Ecuador, Venezuela, es que algo bueno está pasando.
Antes cuando había problemas con la democracia los sectores conservadores acudían a los cuarteles; ahora la sociedad ya no tolera eso y sale a disputar el espacio público, a marchas, entonces, creo, es un crecimiento democrático, los presidentes ya no tienen un cheque en blanco aún en los países con mas desafíos; mas allá de eso, el problema mas grande no es con la democracia, es con el narcotráfico, como lo estamos viendo en Centroamérica y México.
¿Es la legalización de las drogas la solución?
Nuestra postura es que no puede haber legalización solamente, nosotros apoyamos una mirada desde una política mas holística, donde tiene que haber sí, la legalización, porque se le quita el control a quienes hacen la actividad ilegal; y es donde se puede tomar el control de la calidad, tomar impuestos, políticas de salud, pero digo holístico porque se debe tomar la salud, la concienciación a los jóvenes, quienes son las principales victimas de la violencia y consumidores de las drogas.
Tienen que ser políticas regionales, que, además tienen que incluir al principal consumidor del mundo, que es Estados Unidos; sin un cambio de políticas dentro de Estados Unidos nada en nuestros países puede cambiar.
¿Adónde va Asuntos del Sur en un futuro inmediato?
Es un proyecto muy vivo, esto mismo de los talleres Mucho Con Poco comenzó montándose trabajando con diferentes organizaciones porque creemos en el trabajo en red, siempre seguimos en la inclusión política, en el desarrollo económico mas igualitario y pueden seguir nuestra agenda de discusión en nuestro sitio web y redes sociales.