El futuro Post Brexit para Gran Bretaña: Liberalismo Clásico o Liberalismo Pragmático

Toby Young es Editor Asistente y columnista de The Spectator, “la revista en inglés publicada continuamente más antigua del mundo” (su primera edición salió en 1828). En 1975, cuando los votantes británicos votaron en un referendo para decidir si permanecían o no en la Comunidad Europea, lo que eventualmente se convirtió en la Unión Europea (UE), The Spectator fue una de solo dos publicaciones nacionales en “apoyar lo que hoy se conoce como Brexit”.

Durante la campaña de este año antes del referendo del 23 de junio, Young formó parte de la campaña que abogaba por abandonar la UE. Nueve días antes del voto, Young lanzó un cortometraje titulado “Brexit: hechos, no miedo”, el cual presenta sólidos argumentos a favor de la independencia de la UE “exclusivamente desde el punto de vista de la soberanía”. Según esta perspectiva, la membresía de Reino Unido en la UE había socavado la independencia legal del país y minado la autoridad del Parlamento al transferir muchos de sus poderes tradicionales a un organismo foráneo, la Comisión Europea, la cual es controlada por burócratas no electos.

El día antes del referendo, el cortometraje de Young, cuyo título hace una alusión al Proyecto del Miedo (Project Fear), el intento del establecimiento británico de asustar a los votantes para que apoyaran elstatus quo dentro de la UE, había sido visto cerca de un millón de veces en redes sociales.

Luego de que la causa independentista (Leave) ganara el referendo, Lord Ashcroft, un encuestador,publicó los resultados de un estudio que demostraba que la mayor parte de quienes votaron a favor del Brexit decidieron abandonar la UE para defender “el principio de que las decisiones acerca de Gran Bretaña deben ser tomadas en Gran Bretaña”. Es decir, fue el argumento de la soberanía y no la fobia hacia los inmigrantes —tal como han sugerido los desinformados medios latinoamericanos—, lo que impulsó a los euroescépticos hacia la victoria.

Durante los últimos días, el público británico ha sido testigo de una serie de eventos sísmicos en términos políticos: Boris Johnson, el carismático exalcalde de Londres y líder de la campaña a favor de la independencia de la UE, era el favorito para ser el próximo Primer Ministro tras la renuncia de David Cameron, quien lideró los esfuerzos por permanecer en la UE y, como tal, perdió toda su credibilidad tras el referendo. No obstante, Johnson fue traicionado por su jefe de campaña, el Ministro de Justicia Michael Gove, horas antes de que anunciara su candidatura para ser el próximo líder del mayoritario Partido Conservador y, por lo tanto, Primer Ministro. Como resultado, el diario The Daily Telegraph se ha referido a “la semana más infame y llena de traición de la historia del Partido Conservador británico”.

Toby Young ha conocido a los protagonistas del melodrama político reciente durante décadas, siendo entrevistado en un documental acerca de la vieja rivalidad entre Cameron y Johnson, a quienes conoció como estudiante en la Universidad de Oxford en los 80. De hecho, hace unos años, Young apostó £15,000 (USD $19,904) con la cocinera estrella Nigella Lawson, hija de Nigel Lawson, Canciller de la Hacienda de Margaret Thatcher desde 1983 hasta 1989, a que Johnson sería líder del Partido Conservador antes del 2018, un escenario que hoy parece bastante improbable.

Young también ha sido partidario de Michael Gove, el verdugo político de Johnson, hace años. Gove fue Ministro de Educación desde el 2010 hasta el 2014 y se enfrentó a los sindicatos de maestros al introducir “la revolución de los colegios libres“, escuelas financiadas por el Estado pero administradas por asociaciones de padres y otras instituciones independientes, mas no por el Estado mismo. Tras abandonar la campaña de Johnson por el control del Partido Conservador, Gove, quien también fue una de las estrellas de la campaña para salir de la UE, anunció su propia candidatura para liderar a los conservadores o Tories.

Su principal rival es la actual favorita, Theresa May, la Ministra de Interior que apoyó a Cameron y a los eurófilos durante la campaña del referendo, aunque mantuvo siempre un bajo perfil. La estrategia actual de May es presentarse como la única candidata seria entre un grupo de políticos aniñados por su ambición, lo cual le brinda gravitas ante un país que busca, sobre todo, seriedad y estabilidad tras unas semanas turbulentas.

Esto es lo que le dijo Toby Young al PanAm Post acerca del futuro del Reino Unido tras el Brexit.

PanAm Post: Usted ha sido partidario tanto de Boris Johnson como de Michael Gove. ¿Por qué cree que Gove decidió no apoyar a Boris como líder del Partido Conservador en el último momento? ¿Fue esta la mejor decisión para el partido?

Toby Young: A primera vista, pareciera que Gove cambió de opinión acerca de Boris y su capacidad para el puesto de Primer Ministro durante el corto período en que fue su jefe de campaña. El momento del anuncio no fue el más oportuno porque obligó a Boris a renunciar, pero si el resultado es que Michael sea nombrado Primer Ministro, será el mejor escenario para el país.

¿Dividió Gove a los conservadores euroescépticos con su decisión de lanzarse al liderazgo del Partido Conservador? ¿Tiene alguna probabilidad real de ganarle el concurso a la Ministra de Interior Theresa May?

En este momento, Theresa May es por lejos la favorita y, según los corredores de apuestas, las probabilidades de una victoria de Gove son 7/1. Pero, como hemos visto en los últimos días, mucho puede cambiar en la política británica en solo 24 horas. Por ejemplo, si un peso pesado como George Osborne, actual Canciller de Hacienda y aliado cercano de David Cameron, se pronuncia a favor de Gove, todo el escenario cambia.

Si Theresa May es nombrada Primera Ministra, ¿cómo puede negociar los términos del Brexit con la Unión Europea si ella abogó por permanecer dentro de dicha unión política durante la reciente campaña?

¡Buena pregunta! Para May, la gran dificultad es que si concede cualquier cosa durante la negociación, sobre todo en cuanto al delicado asunto del libre movimiento de personas entre Europa y Reino Unido, inmediatamente será acusada de “traicionar” a los 17,5 millones de personas que apoyaron el Brexit en las urnas. Paradójicamente, a un verdadero creyente en la causa del Brexit le resultaría más fácil hacerles concesiones a los líderes europeos en una negociación.

Usted y Daniel Hannan, un miembro del Parlamento Europeo británico, pueden ser clasificados como liberales clásicos que apoyaron la salida del Reino Unido de la UE. Presumiblemente, un acuerdo como el de Noruega, un país que no es miembro de la UE pero que comercia libremente con ella, sería ideal para ustedes. Esto involucraría cierta libertad de inmigración desde Europa hacia Gran Bretaña. Pero Nigel Farage, líder delPartido de la Independencia de Gran Bretaña, y sus seguidores quieren que se establezcan controles estrictos sobre la inmigración, lo cual pondría en peligro la libertad de comercio con Europa. ¿Cómo puede resolverse este dilema entre los euroescépticos británicos?

El acuerdo con Europa debe incluir el fin del libre movimiento de personas, el cual debe ser modificado por una versión del libre movimiento de trabajadores que había antes de que se firmara el Tratado de Maastricht, (el cual creó la Unión Europea) en 1992. Cuando digo que el acuerdo debe ser “modificado”, quiero decir que el gobierno británico debe obtener cierto grado de libertad para determinar el número y el tipo de inmigrantes que recibe cada año.

Pienso que esta puede ser una reforma al nivel de la Unión Europea y no solo un aspecto del nuevo acuerdo entre Reino Unido y la UE. De hecho, si se establece rápidamente, es posible que Gran Bretaña no abandone la UE. El libre movimiento de personas tal como está diseñado ahora es tóxico y está envenenando a todo el proyecto europeo.

¿Puede surgir un nuevo orden político en Reino Unido después del Brexit, sobre todo dadas las grandes dificultades que enfrenta el Partido Laborista, cuyos votantes apoyaron el Brexit pese a la línea oficial eurófila del partido? ¿Tiene razón el columnista Peter Hitchens, quien argumenta que los votantes laboristas que apoyaron el Brexit podrían unirse a un nuevo partido socialmente conservador?

Definitivamente es posible que millones de votantes de clase trabajadora que antes apoyaban a los laboristas se unan a los conservadores, especialmente si el Partido Laborista es capturado de nuevo por una élite metropolitana y eurófila. Pero no creo que el Partido Conservador se vuelva socialmente conservador. El partido es liberal económicamente hace mucho tiempo y se ha vuelto más liberal socialmente bajo David Cameron, quien legalizó el matrimonio entre parejas del mismo sexo.

Ninguno de los favoritos para ganar la contienda del liderazgo conservador son socialmente conservadores. La batalla entre Gove y May se entre un liberal clásico y una liberal pragmática.

PanamPost

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