FARC apoyarían a un candidato uribista”: Santrich

Puede ser perversidad sofista. No hay otra explicación para que nuestros políticos y periodistas no expliquen a las personas que subversión armada y subversión legal son la misma cosa. Es lo mismo estar en el monte asesinando colombianos, que estar en una oficina en Bogotá, como partido político legal, representando y haciendo los mandados a los terroristas que siguen masacrando, narcotraficando y secuestrando.

Todos vimos cómo Iván Cepeda se comunicaba con el hampón Iván Márquez para pedir instrucciones en medio de la plenaria del Senado en la que se debatía el proyecto que crea otro partido de las FARC a través de la Constitución. Carlos Fernando Galán estaba entorpeciendo, por su ignorancia, el proyecto de los terroristas. Entonces Cepeda le marca al narcoterrorista Iván Márquez, y junto al vocero de los bandidos, Jairo Estrada, van a hablar con el ministro Juan Fernando Cristo. Después van los tres y hablan con Carlos Fernando Galán, quien se puso pálido ante el mensaje del bandido Iván Márquez, y de inmediato cambió su proposición en el Congreso para que la iniciativa de las FARC se aprobara sin problema.

La familia Galán siempre ha estado ligada a la narcosubversión. El mismo Iván Márquez cuenta que estuvo mucho tiempo, junto a “Raúl Reyes” en correría política con Luis Carlos Galán y Rodrigo Lara Bonilla. Y fueron los Galán, con su primo Andrés Villamizar, quienes pidieron a los senadores José Obdulio Gaviria y Alfredo Rangel que, como favor personal y en honor a su amistad, me obligaran a cerrar Periodismo Sin Fronteras o me echaran del Congreso. Pudieron con lo segundo.

Iván Márquez, además de hacer correrías políticas con Luis Carlos Galán, empezó su carrera criminal engrosando las filas de la JUCO (formador de juventudes comunistas, órgano del Partido Comunista), las FARC (bandidos armados narcomarxistas) y la Unión Patriótica (partido político de las FARC), como casi todos los condotieros de la banda.

Entre los cabecillas de la UP también está el señor Angelino Garzón, ex vicepresidente en el primer gobierno de Juan Manuel Santos. Garzón coqueteó con la JUCO, fue miembro importante del Partido Comunista, y fue vicepresidente de la Unión Patriótica, el Partido político de las FARC.

Pulgas de la misma perra.

Angelino Garzón tiene un enorme rosario de complicidades con los terroristas. Desde su época como presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) fortaleció y empoderó la presencia castrista en Colombia. En 1990, durante el XVI Congreso de la Central Sindicalista Cubana, celebrado en La Habana, entre el 24 y el 28 de enero de ese año, Angelino se explayó en elogios hacia el tirano Castro y no ahorró insultos contra Estados Unidos y su presidente George H.W. Bush por haber colaborado con Virgilio Barco en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo marxista.

Se lució tanto Angelino frente a los Castro, que el Semanario VOZ, periódico de las FARC-PCC le dedicó una página completa, el 8 de febrero de 1990, donde el bugueño

electricista dijo:

Tenemos una responsabilidad política y moral con Cuba. Es una revolución auténticamente nuestra. La lucha por la democracia está íntimamente ligada a la lucha por la defensa de la soberanía nacional.”

En octubre de 2011, siendo vicepresidente de Juan Manuel Santos, y principal impulsor de los diálogos de paz entre FARC y el gobierno, viajó a Cuba, donde volvió a elogiar, por enésima vez, al dictador cubano. “y de manera especial al presidente Raúl Castro y también nuestro saludo a quien hemos considerado un gran amigo de la causa de la paz en Colombia, el Comandante Fidel Castro“.

Y en noviembre de 2016, sin ocultar su profundo dolor por la muerte del sátrapa, Garzón manifestó nuevamente que Fidel era “un amigo de la paz para Colombia.”

Angelino, Iván Márquez, Cepeda, entre muchos otros, tienen el común denominador de FARC y terrorismo marxista. Esa es la verdad inocultable.

Eso no es lo raro. Lo raro es que nadie dice lo innegable: Que es igual ser del brazo armado que del brazo político de los asesinos. Y que tan criminales son los unos como los otros.

Al revés, premian a estos sinvergüenzas llenándolos de elogios, contratos y puestos. Lo exótico es que sea la “oposición”, aquellos que dicen oponerse a los acuerdos de La Habana (acuerdos que apoya Angelino), quienes le rinden honores a este truhan marxista.

El Centro Democrático le hizo una invitación de honor a Angelino Garzón, para la convención del partido el próximo 6 de mayo, para ocupar lugar preferente en la mesa directiva del evento. Aseguran que allí, de común acuerdo entre Garzón y sus convidantes, le pedirán al doliente de Castro que sea precandidato presidencial por esa colectividad.

Gravísimo. No se conformaron las directivas con hacer elegir a Ángela Garzón, su hija, connotada santista pro diálogos de paz, como concejal de Bogotá, sino que ahora nos quieren meter el embuchado de la candidatura del perturbado discípulo de los Castro.

Para llenar la taza, el bandido Jesús Santrich, luego de decir que las FARC jamás apoyarían a Alejandro Ordóñez, dice que respaldarían la candidatura de un uribista comprometido con la paz, y que Iván Duque “puede ser un buen candidato”. (1)

Celebro con aplausos la inclusión de Rafael Nieto Loaiza en el abanico de precandidatos. Pero siendo él un hombre pulcro, honesto y decente que no sabe de componendas, presumo que será objetivo de caza del ala izquierdista del partido.

¿Por qué Angelino Garzón, que no es del Centro Democrático, que pertenece a la alianza santista, y que es vocero del terrorismo castrista, es invitado con guirnaldas y banderines de fiesta a la convención del CD, mientras que a Alejandro Ordóñez se le niega eso con la excusa de no pertenecer al partido? ¿Por qué no se invitó a la mesa de honor al coronel Alfonso Plazas Vega, y sí al aliado de los bandidos? ¿Por qué el secretariado de las FARC, al tiempo que dicen que jamás apoyarían a Ordóñez, anuncian que Duque “podría ser un buen candidato”? ¿Por qué no se ha rechazado ese apoyo?

Yo, de nuevo, siento mi voz de protesta así me caigan encima, por milésima vez, los complacientes del terrorismo comunista.

Formo parte del partido Centro Democrático, del cual fui miembro fundador, y en tal calidad, solicito reglas claras acerca de si el partido va a oponerse al terrorismo solamente en las redes sociales mientras hace alianzas con sus más importantes fichas, o si va a asumir su compromiso fundacional de ser vocero del pueblo colombiano que ha entregado su sangre; esos millones que han sacrificado sus vidas, sus familias y su seguridad para combatir ese flagelo comunista cuyos representantes son hoy invitados de honor en la mesa del convite donde la “alta política” aliada del comunismo sigue empeñada en disfrazarse y disfrazar de ovejas a los cómplices de las masacres más despiadadas en la historia de Colombia.

@ricardopuentesm

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