Romano Paz: “El referendo en Bolivia es una amenaza a la democracia”

El próximo 26 de febrero Bolivia votará en un referendo que determinará una reforma constitucional que daría vía libre a la continuidad del presidente Evo Morales, quien se encuentra en su tercer período de mandato.

La pregunta que contendrá la papeleta de votación será: “¿Usted está de acuerdo con la reforma del artículo 168 de la Constitución Política del Estado para que la presidenta o presidente y la vicepresidenta o vicepresidente del Estado puedan ser reelectas o reelectos por dos veces de manera continua?”.

Para conocer más de este referendo, PanAm Post entrevistó a Romano Paz, coordinador delObservatorio Boliviano de Derechos Humanos, quien da una amplia visión de la situación que vive tanto el oficialismo, como la fragmentada oposición de este país andino.

¿Cómo valoran el referendo que se realizará para determinar la continuidad o no del Presidente Morales?

Esta figura está altamente cuestionada. Está en contra de varios principios que atañen a la democracia republicana. como la alternancia en el poder, que permite el relevo de liderazgo no solo en el partido oficialista, sino también en el partido de oposición. También creemos que este decreto sienta un precedente para el continuismo de las autoridades.

Otro de los cuestionamientos es que no debería hacerse una modificación a la Constitución Política del Estado que entre en vigencia en el mismo período que se hizo la modificación. Por otro lado, Bolivia está atravesando por una profunda crisis institucional en el ámbito de la justicia, crisis que incluso ha sido reconocida por autoridades de los poderes Judicial, Legislativo y Ejecutivo. Así que aquí lo que apremia es hacer una reforma a la aplicación de justicia, antes que hacer cambios a la Constitución Política del Estado.

¿Cuál es el ambiente que se vive en la ciudadanía de cara al referendo?

La ciudadanía está haciendo una oposición un tanto dispersa, con iniciativas que tienen diferentes nortes y motivaciones; que se agrupan en diferentes discursos y que lo único que las une es estar en contra de la reforma que pretende el referendo, pero no podemos decir que es un movimiento ciudadano unificado, no hay un centro que lo esté unificando.

En Bolivia no podemos decir que hay una oposición, sino que hay diferentes oposiciones, cada una haciendo su trabajo de acuerdo a sus propios puntos de vista.

¿Estas iniciativas ciudadanas tienen alguna limitación por parte del Gobierno para que puedan promover el “no”?

Por parte del Gobierno no hay limitaciones, lo que sí es que carecen de los recursos económicos, y de los medios masivos de comunicación. Por eso es que la campaña política por el No se está centrando en redes sociales.

¿En caso de que ganara el “Sí” hay alguna estrategia para poder revertir este resultado?

Es difícil porqué el partido de Gobierno tiene dos tercios del parlamento y actúa como un bloque; está absolutamente sometido a las iniciativas que se envían desde el oficialismo.

¿Y tendría aún recursos a los cuales echar mano el Gobierno si se viera derrotado en el referendo?

Sí, uno de ellos es hacer una interpelación Constitucional que habilite la repostulación, aplicando el derecho a la participación política.

¿Cómo se encuentra en estos momentos la popularidad de Morales?

El Presidente tiene un voto duro, estamos hablando de que está en torno al 45% del electorado, y es muy fuerte en las áreas periféricas y rurales del país.

A esto se tiene que sumar que en estas regiones deciden en bloque a qué partido político apoyar, y se sanciona duramente a aquellas personas que se desmarcan; incluso,se asigna en cada mesa lo que llaman un capataz electoral que se encarga de que las personas acaten lo que “ha determinado” la comunidad, así que en este sentido hay una gran incidencia en el área rural, y en caso de que haya un empate técnico, pueden inclinar la balanza por el sí.

Y si vemos esto desde un plano regional, ¿cree que esto puede expandirse a otros países, o sentar un precedente deteniendo la ola continuista?

Bolivia ha adoptado el modelo cubano-venezolano, por lo que el Presidente en un inicio mantuvo una línea ideológica bastante dura, rígida, pero con el pasar del tiempo ve que este modelo fracasa en Venezuela y estaba dando malos resultados en Ecuador, por lo tanto él abandona esa línea dura y migra a una postura pragmática, ya adopta lo que yo denomino el “modelo chino”.

Debido a esto, en Bolivia hay libertad económica, por lo que los ciudadanos pueden hacer sus actividades de esta índole pero no tienen libertad política.

En lugar de confrontar con los empresarios, Morales comienza a pactar con ellos, a cambio de que ellos no se metan en política, por lo que ahora ellos están haciendo negocios, incluso con el Gobierno, y este, a su vez, se da cuenta de que no puede mantener su proyecto continuista si no muestra resultados en la parte económica, así que se está priorizando esta parte, buscando dar resultados dejando la línea dura, por eso el fenómeno boliviano se aleja de lo que fue el modelo venezolano que ahora es una hecatombe; y también se ha distanciado de lo que pasa actualmente en Ecuador.

Más allá de lo legal, ¿creen ustedes que es legitimo este referendo?

Creo que no con los principios de la República, como la alternabilidad en el poder, que permite que se renueven los liderazgos y la democratización interna de los partidos políticos, entre otras cosas. Hay que tener en cuenta que en Bolivia no se tiene un estado de Derecho democrático, sino un estado de Derecho político, es decir que el Derecho está muy fuertemente condicionado por la política, así que la justicia está fallando en función de lo que demande la clase política; esto lleva a que no funcione el debido proceso, ni haya independencia de poderes.

Panampost

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