El campo argentino se paró contra políticas impulsadas por Kirchner

El campo argentino, representado por tres de las cuatro gremiales, finalizó este viernes un paro de tres días que implicó el cese de la comercialización de los productos agrícolas.

El objetivo de la protesta era alzar la voz contra las políticas del gobierno de Cristina Kirchner y pedir el fin del cupo a las exportaciones, las altas retenciones (impuestos) y el fin de la política de precios fijos, según indicaron dirigentes de las facciones participantes.

Las entidades convocantes fueron la Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Coniagro. No apoyó el paro la Federación Agraria Argentina (FAA).

Representantes de las tres federaciones convocantes coincidieron que el paro se debe a “una presión impositiva exorbitante, limitaciones al financiamiento, fijación de precios, impedimentos a las importaciones de insumos, entre otras medidas”, que “han generado la pérdida de competitividad que se manifiesta en el quebranto generalizado”.

El presidente de la SRA, Luis Miguel Etchevehere, indicó el miércoles en conferencia de prensa que el paro era “contundente” y que insta al gobierno a hacer “un cambio urgente de rumbo”. Además, dijo que el sector está “agonizando”.

Además de exigir un viraje en las políticas sectoriales, el paro coincide con el aniversario de las recordadas protestas agropecuarias de 2008, cuando el Congreso votó contra la Resolución 125, impulsada por oficialismo, que buscaba hacer flexibles las retenciones a las exportaciones (impuestos) de los principales cultivos del país; los aranceles se alinearían con el precio internacional del producto, y subirían o bajarían al mismo ritmo.

Las consecuencias del paro actual fueron el nulo o bajo ingreso de camiones con animales al Mercado de Hacienda en la Capital Federal. Por esto, muchos productores habían decidido llevar los animales entre el lunes y martes.

Por su parte, la Mesa Nacional de Productores de Leche decidió acoplarse al último día de protesta (el viernes 13), cuando dejaron de comercializar sus productos por 24 horas. Esto es una novedad puesto que, por ser la leche un producto altamente perecedero, la entidad no suele participar de las protestas.

El presidente de la Federación Agraria Argentina, Omar Príncipe, explicó que su gremial no participó del paro porque “los pequeños y medianos productores [a quien ellos representan] no pueden darse el lujo de no comercializar”.

Además precisó que la situación de los ruralistas “es mucho peor que en el conflicto de 2008 porque los precios intencionales son mucho más bajos”.

El vicepresidente de la misma organización, Ariel Toselli coincidió: “hacer un paro es una tomada de pelo”.

La respuesta por parte del gobierno la tuvo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quienaseguró este viernes que el paro “no tuvo ningún tipo de trascendencia”. Además indicó que la protesta fue “de carácter político”.

“En la mayoría de los casos no ha tenido ningún tipo de trascendencia y han trabajado normalmente. No tienen ningún sentido este tipo de expresiones”, expresó.

Las consecuencias de las políticas sectoriales

Marcelo Rojas Panelo, veterinario y dirigente de la SRA le explicó a PanAm Post que el Gobierno creó los problemas y luego “no se sentaron nunca a solucionarlos”. “El Gobierno nunca recibió a las entidades del campo para conversar”.

El dirigente recordó que las exportaciones de carne y trigo estuvieron prohibidas en Argentina durante todo 2006. Ahora para poder exportar, el productor necesita obtener un permiso especial.

Antes de 2006, dice Panelo, Argentina era el tercer exportador de carne del mundo y el primer consumidor del producto. “Antes exportábamos 800 mil toneladas; hoy no llegamos a exportar 200 mil toneladas. Cayó también nuestro nivel de consumo”.

Panelo, que reside en la localidad campestre de Azul, expresó: “Uruguay hoy exporta más que Argentina y consumen más carne por persona que nosotros”.

Explicó, además, que como muchos productores no pueden exportar, se ven obligados a vender el trigo al único comprador local que hay. “Ellos te ponen el precio que quieren”. Confirmó que “en 2014 hubo la peor siembra de trigo de los últimos 100 años”.

En cuanto a la carne, “dejó de ser rentable”. Informó que en los últimos años cerraron aproximadamente 100 frigoríficos con las debidas pérdidas de los puestos de trabajo. “Muchos productores decidieron cambiar el ganado por la siembra de soja”, dijo.

“Hacen todo al revés. El Gobierno recaudó para su uso US$75 millones nada más que por retenciones a los productos agropecuarios”, concluyó Panelo.

Más retenciones, menos ingresos para el Gobierno

Para el analista económico Iván Cachanosky las persecuciones fiscales y de retenciones dañan la producción y la economía del país. “Hasta el gobierno sale perjudicado ya que cualquier fuente de ingreso depende principalmente de dos variables: precio y cantidad”. El economista explica que a mayor nivel de retenciones, menor será la cantidad producida y por lo tanto serán menores los ingresos.

“Claramente conviene un diálogo más conciliador con menores retenciones para que aumente las cantidades producidas e incluso el gobierno seguramente obtenga mayores ingresos; además de ganar terreno en el ámbito de calidad institucional, en el que nos encontramos muy debilitados” concluyó.

Belén Marty, Panampost

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